jueves, 16 de junio de 2011


ahora me acuerdo de todo lo que no solías hacer. Y todo esto me alivia, no es otra metedura de pata común en mí, es para siempre, y siempre con letras mayúsculas. Te creo un funeral en vida, y eso me sacia este dolor. Mírame, aquí estoy yo, recomponiéndome de un gran tropiezo, que mal se me da recordar sin ponerme a llorar. Lo siento, no pretendo dar lástima, ni pena, y menos a ti. Soy fuerte, lo sé, lo he sido antes, aunque nunca antes alguien como tú había llegado ha sobrepasar el muro . Han pasado, once, diez, catorce días, y no hay nada mejor como el mar en calma, como un atardecer de otoño, como un alma sincera agarrándome ligeramente, como un amigo cálido como su propio sol, como una tarde fría de invierno en la feria. Y no hablo de ti, hablo de mí. Ya es un año.

No hay comentarios:

Publicar un comentario